El dominio de Recuerdos de la Alhambra

6. ¿Puedes dividir la pieza en secciones? Trata de describir cómo difieren las secciones entre sí, usando términos que tengan sentido para ti. Imagina, si te es posible, estados de ánimo.

7. Marca las indicaciones de dinámica, articulación (acentos, etc.), y toda otra indicación que aparezca en la obra. Averigua el significado de cualquier término que no te sea familiar.

8. Busca una grabación o pídele a tu profesor que te toque la obra, y escúchala con la partitura que has marcado en la mano. Modifica cualquier cosa que creas que debe ser reconsiderada en la medida en que la oigas.

9. Define donde comenzarás la práctica de la pieza. El inicio no es siempre la mejor respuesta para ello, y no debes trabajarla toda en cada sesión de estudio. A mí me gusta, a menudo, comenzar por la última frase y trabajar desde allí hacia atrás, de
esta manera estoy siempre tocando un material que se me hace cada vez más familiar. Si la obra presenta una dificultad técnica que es particularmente problemática para ti, es bueno que comiences allí. O, quizás, haya una sección que encuentres especialmente dramática y quieras tener la experiencia de ese sentimiento, entonces, comienza con ella. No importa dónde inicies la práctica, en la medida en que previamente pienses acerca de todo esto, y que cobre sentido dentro de tu plan de trabajo. En todo caso, debes dirigir la mayor parte de tu práctica y esfuerzo a las partes que te sean más difíciles.

10. Asegúrate de entender bien los ritmos de la sección que tomas como partida. Fija el metrónomo a la mitad del tempo, o menos, y marca los ritmos cuidadosamente antes de intentar tocarlos. Haz este trabajo con secciones pequeñas.

11. Ten en cuanta las digitaciones tanto de la derecha como de la izquierda. Si las que indican las partituras no te parecen apropiadas para ti, cámbialas. Trata de crearte al menos una idea básica de la digitación de ambas manos antes de intentar
comenzar a tocar. De nuevo, haz este trabajo sobre secciones pequeñas.

12. Solo cuando estés seguro de tu plan, empieza a tocar. Encontrarás más fácil acercarte a cada sección por separado, aplicando todos los pasos individualmente y a cada una. Esto se hace absolutamente necesario en piezas largas. Con confianza, puedes cambiar estas sugerencias o desarrollar un plan propio de trabajo que satisfaga tus necesidades. Lo importante es, simplemente, tener un plan previo, incluso si éste se modifica.